domingo, 31 de agosto de 2008

SER PADRE

Una vez leí: “para ser feliz, lo mejor es elegir unos buenos padres”. Es indudable que la felicidad está muy condicionada por la relación que se tiene con ellos, sobretodo durante los primeros años de la vida. Por eso considero la educación de los hijos una de las tareas más importantes que se pueden realizar, y no me gusta el sufrimiento que observo en mi entorno producido por demasiados padres incompetentes.
Cierto escritor distinguía entre progenitores y padres. Progenitores son todos los que procrean, algo al alcance de cualquiera. Lo de ser padres ya es otra cosa. Eso hay que ganárselo.

Los hijos se hacen y los padres también. No es fácil, desde luego. Ser p/madre implica delegar parte de tu felicidad en tu hijo. Hay quienes cometen el error de delegar demasiada, lo que lleva a sobreproteger al niño y formar una personalidad insegura. Otros se quedan cortos, lo que hace que el niño crezca con carencias afectivas y busque cubrirlas a través medios inadecuados.
Ser p/madre implica asumir que a veces, la felicidad de tu hijo empieza donde acaba la tuya, y esto es complicado habida cuenta de que existen demasiados padres que buscan a través de sus hijos su propia felicidad. Es una equivocación cultivar expectativas sobre la vida de los hijos, ya que es muy posible que choquen con la realidad. Los padres han de tener claro que el fin de su tarea es cultivar la independencia y la felicidad de su hijo, y para ello han de aprender a respetar sus deseos y sus decisiones.
Es triste observar cómo hay quienes reaccionan ante la autonomía de sus hijos con comentarios espinosos: “¿cómo puedes hacerme esto? con todo lo que he sufrido por ti...”.
Otros emplean el argumento de la edad y la experiencia para tratar de imponerse: “Cuando seas padre sabrás lo que es... ahora eres joven y no...”.
Pero los padres a veces tienen razón y a veces no. Es inútil pretender que la educación recibida por los padres sea aplicable al 100% a sus hijos. El mundo de los hijos no es el mundo en el que vivieron sus padres.
Termino con algo que cuenta Jorge Bucay:
Un niño le pregunta a su padre:
- Papá, ¿todos los papás saben más que sus hijos?
- Sí, los papás saben más.
- ¿Por qué?
- Porque son los papás.
- ¿Y por qué saben más?
- Porque tienen más años, han leído más, han vivido más...
- Dime papá, ¿quién inventó el teléfono?
- Alexander Graham Bell
- ¿Y por qué no lo inventó su padre, que sabía más?

1 comentario:

MYA dijo...

Ser padres…
Ser hijos…
Una relación impuesta por el destino y no por nuestra propia elección.