viernes, 15 de agosto de 2008

INCERTIDUMBRE


A veces, cuando alguien me cuenta algo que le ha ocurrido y le aflige, suelo ponerlo en perspectiva para relativizarlo con algún comentario como: “a lo mejor mañana te atropella un coche, o la semana que viene descubres que tienes cáncer... “ La reacción habitual es: “hala, qué drástico, qué negativo”. Y siempre me digo lo mismo: no se trata de pensarlo, sino de ser consciente de ello. ¿Drástico? Según se mire. Si se piensa que la vida es maravillosa y no puede pasar nada malo y si pasa es una desgracia, pues sí, es drástico. Pero si se piensa que en cualquier segundo puede ocurrir cualquier cosa, no veo por qué tiene que serlo. Es, simplemente, la misma realidad. Siempre puede ocurrir algo doloroso. ¿Es esto ser negativo? No. Uno sería negativo si permitiera que ese pensamiento le limitara por medio del miedo o de la tristeza.

Un escritor dijo: “sabemos que siempre puede pasar cualquier cosa, y nunca estamos preparados para nada”. Yo diría que sabemos que puede pasar cualquier cosa de una forma muy vaga, como si fuera un sueño, algo muy remoto. No somos realmente conscientes de ello. Más de una vez he escuchado a alguien responder a la noticia del fallecimiento de algún conocido: “¡pero si lo vi hace poco y estaba muy bien!” Como si para morirse no bastara con estar vivo. Y así, pasa como en una historia del escritor Quim Monzó en la que un hombre se pasa todo el relato dudando sobre qué ropa llevar a una fiesta. Se pone una camisa y se la quita. Se pone otra y se la quita. Con la corbata, con los pantalones. Al final del relato suena el timbre de la puerta. Abre y se encuentra a la muerte con su guadaña. El hombre dice:
- No séra una fiesta de disfraces.
- No.

Está claro, ¿no? Hay que vivir ya, ahora mismo. El futuro es una hipótesis, una pompa de jabón, una trampa en la que caemos con demasiada facilidad. Creo que fue Unamuno el que dijo: “Mañana, siempre mañana... y nunca mañanamos”.
Una vez vi impreso en una camiseta: “Sonríe. Mañana puedes morir”. Yo diría más: esta noche puedes morir. O dentro de una hora. O quince minutos. O cinco, cuatro, tres... ¿a qué esperas para decirme que me quieres?

2 comentarios:

tina dijo...

MUY BUENA ESTA ÚLTIMA REFLEXIÓN...
HACE QUE PENSAR...
LA GENTE SIEMPRE SUELE DECIR MAÑANA LO HAGO, MAÑANA SE LO DIGO, MAÑANA YA LO PENSARÉ..¿ Y SI NO HAY MAÑANA? POR ESO QUÉ TAL SI AHORA LO HACES, ME LO DICES Y LO PIENSAS!!
ESTARÍA BIEN EL VIVIR AHORA Y NO MAÑANA ..PORQUE EL AHORA EXISTE ..EL MAÑANA ES UNA INCÓGNITA..
POR CIERTO NO ESPERO A MAÑANA PARA PREGUNTARTE QUÈ TAL TUS VACACIONES?NO CAPTÉ AIRES DEL SUR POR MIS TIERRAS DEL NORTE..
UN ABRAZO ! CRIS

Alberto dijo...

Hola Cristina. Lo que digo en el post no es nada nuevo, pero no terminamos de enterarnos. Quizás repetirlo es una manera de tomar realmente conciencia de ello.
Te respondo por email a tu pregunta sobre mis vacaciones.
Un beso.