jueves, 17 de febrero de 2011

DIFERENCIAS

El filósofo José Antonio Marina dice que “todos vivimos en la misma realidad, pero cada uno habitamos en nuestro propio mundo”. Un mundo compuesto de creencias, emociones y experiencias propias que hay que saber adaptar a esa realidad para poder vivir con la mayor calidad posible. A la hora de crear lazos y relacionarnos con los demás nos encontramos diferencias que según el tipo y la magnitud pueden dar pie a una mayor o menor afinidad entre nosotros. Una tipología de estas diferencias podría ser la siguiente:

  • Intelectuales: Una persona es progresista y la otra conservadora; una defiende el aborto y la otra no; una defiende la pena de muerte y la otra no; una prefiere leer a Marx y otra a Dostoievsky.

  • Emocionales o artísticas: A una le gusta la música de Serrat y otra la de Shakira; a una le gusta el cine de Pedro Almodóvar y a otra el de los hermanos Cohen; una es seguidora del Real Madrid y otra del Barcelona.

  • De aficiones: A una le gusta la montaña y a otra la playa; a una le gusta jugar al fútbol y a otra hacer bricolage; a una le gusta pasear y a otra ver la tele.

  • Psicológicas/perceptivas/memorísticas: Una dice a otra que es poco detallista y la otra no está de acuerdo; una dice que siempre que van al cine ven la película que la otra quiere y ésta discrepa; estas diferencias pueden llegar a ser muy dañinas en una relación, pues sus miembros corren el riesgo de sentirse incomprendidos y frustrados.

  • Físicas: Una es alta y la otra baja; una es delgada y la otra gorda, una es guapa y la otra fea; una tiene un solo ojo y la otra... ninguno.

  • Sexuales: Una prefiere tal postura y otro la otra; una prefiere por la mañana y otra por la tarde; una prefiere con la luz apagada y otra encencida; una quiere todos los días y otra dos a la semana.

  • De personalidad: una es pesimista, la otra pesimista; uno es perezoso, el otro trabajador; uno es tranquilo, el otro dinámico; una es triste, la otra alegre; una es habladora, la otra callada. Si una diferencia de este tipo se acepta se queda en mera particularidad, pero si no se acepta se convierte en motivo de tensiones que a la larga pueden perjudicar mucho a la relación.

  • De hábitos: Una quiere tirar la basura todos los días y otra no; una quiere ducharse por la mañana y otra por la noche; una quiere ver la tele mientras comen y otra no.

Y con tantas posibles diferencias, ¿qué hacer para relacionarnos y convivir satisfactoriamente? Observarnos; conocernos; trabajar para sentirnos a gusto en nuestra propia piel y aceptar a los demás; ser conscientes de las diferencias, y no olvidar que por muchos desencuentros y desavenencias que se produzcan, hay algo esencial: todos somos seres humanos. Todos necesitamos de los demás. Todos deseamos ser felices y no sufrir. Todos nacimos y todos moriremos.


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