martes, 14 de septiembre de 2010

LIBROS


Cuando tenía dieciocho años me dio clase en el instituto un profesor que nos sugería a mis compañeros y a mí que leyéramos. Así, sin más. Lo hacía con cierta frecuencia, hasta que me pregunté: ¿qué tendrá eso de leer que parece tan bueno? Yo, que hasta entonces había leído poco más que los libros de texto, empecé a leer suplementos de periódicos, relatos... y poco a poco fui encontrando un lugar donde refugiarme de los embates de mi soledad adolescente; un sinfín de vidas a través de las cuales percibir otros mundos; un compendio de la sabiduría acumulada a través de los siglos; un tesoro inagotable de ideas y emociones. Me lancé a una carrera desenfrenada por leer todo lo que pudiera: novela, poesía, psicología, filosofía, autoayuda... Según Joaquín Sabina, “si lees nunca estarás solo”, y yo me parapeté tras los libros para huir de esa “amante inoportuna que se llama soledad” (otra vez Sabina).

La biblioteca se convirtió en mi segundo hogar. No leía libros, los devoraba. Hasta que la vida me fue enseñando que no todo está en los libros. En ellos hay mucho, muchísimo, pero no está todo. De nada servía todo lo que leía si al final me olvidaba de vivir. La lectura tenía que ser un medio, no un fin. Como todo, tenía que ser tomado con moderación. Más interesante era leer poco y releer mucho. Porque releyendo es como asimilamos esa lectura y la hacemos nuestra para llevarla donde quiera que vayamos. Sabía de qué hablaba aquel que escribió: “A los ignorantes les aventajan los que leen libros. A éstos, los que retienen los leído. Y a estos los que ponen manos a la obra”.

Hoy recuerdo con una tímida sonrisa a aquel adolescente que pasaba horas en las bibliotecas y librerías buscando un poquito de esa luz que los libros describen, pero que solo te ilumina si le abres al mundo tu corazón.

2 comentarios:

tina dijo...

con tus palabras ME he visto EN parte reflejada. Desde muy niña me HA GUSTADO leer, la sensación de imaginar un mundo expresamente hecho para ti.
BUSCAR PENSAMIENTOS Y EMOCIONES REFLEJADOS EN PALABRAS ESCRITAS.
QUÉ MARAVILLA!!!!

LA PALABRA ES TUYA,
MI PÁGINA EN BLANCO
PARA QUE DESCRIBAS
TU VIDA.

UN ABRAZO,,
CRISTINA

Alberto dijo...

Gracias Cris. Te regalo un pequeño microrrelato:

Parte radiofónico:
"Esta mañana en la ciudad de Madrid todos despertaron con sabor de azúcar en los labios.
Pero sólo se dieron cuenta los que al despertarse... se besaron"

Un abrazo.