domingo, 28 de octubre de 2007

¿JUSTO O INJUSTO?

Ha ocurrido en Valencia. Un estudiante de 23 años observó cómo un hombre golpeaba y pateaba a su novia en plena calle ante la pasividad de la gente. Corrió a auxiliarla y el agresor le dio un puñetazo. El chico cayó al suelo golpeándose la cabeza y, tras siete días en coma, ha muerto. Triste, ¿verdad? El único que tuvo agallas para socorrer a una pobre indefensa lo ha pagado con su vida. Así son las cosas.
Supongo que cabe pensar que la vida es injusta, que ese chico no se merecía eso. Se suele usar el verbo merecer en tono de reproche –no me merezco esto, se merecía algo mejor, etc.-, como si lo normal fuese lo justo, y cuando no es así es porque algo ha fallado... ¿pero es lo normal la justicia? ¿tiene la gente, por lo general, lo que se merece? ¿y quién merece qué? Cuando alguien dice, por ejemplo, que no merece haber suspendido cierto examen, me gustaría preguntarle si merece morir de hambre un niñito africano. La vida no se rige por la lógica. Plantearse si alguien merece o no esto o lo otro implica que la vida debería ser de una manera determinada, en lugar de la que es. Y la vida no es otra cosa que la que es. Lo demás es comerse el coco.

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