miércoles, 1 de junio de 2011

100 ENTRADAS


Con esta son cien las entradas que he colgado en este blog desde que lo abrí, hace ya cuatro años y un mes y una semana y media. Con una frecuencia quincenal, día más día menos, he ido transmitiendo ideas y sentimientos que algunas veces fluían maravillosamente y otras había que sacar con alicates. Pero ahí están, las cien, una detrás de otra. Hay quien lo hace más, hay quien lo hace mejor, pero yo lo he hecho lo mejor que he sabido.

Antes de abrir el blog enfoqué mi energía creativa básicamente en relatos cortos y microrrelatos. Daba mi reino por una buena historia. Pocas sensaciones tan reforzantes como la de escribir algo que consideras valioso.

También escribí algo de poesía. Luego llegó el blog. Después aprendí a tocar un poco la guitarra y compuse algunas canciones. Y desde hace unos meses empecé a escribir en Twitter. En otoño le meteré mano a la pintura...

Hay gente que dice que soy una persona creativa. Estoy de acuerdo desde el punto de vista de que expreso y transmito ideas y sentimientos de una forma que interesa a algunas personas. Pero si eso implica que tengo una habilidad que otros no tienen, ya no lo veo tan claro. Porque creativo no es sólo el que pinta, escribe, toca un instrumento o interpreta un papel. Creativo es el que sabe hacer reír a alguien, el que sabe encontrar el lado positivo de alguna contrariedad, el que sabe sacar el mejor partido a un viaje, el que sabe disponer una indumentaria para hacerla más vistosa.

La creatividad no es patrimonio exclusivo de nadie, sino algo que todo el mundo tiene y se puede desarrollar. El experto en creatividad Ken Robinson decía hace poco en una entrevista: “decir que no eres creativo es como cuando alguien dice que no sabe leer. […] Yo creo que sucede lo mismo con la creatividad: cuando alguien dice que no es creativo, simplemente significa que no ha estudiado lo que corresponde y que no lo ha practicado.”

La creatividad es una facultad que tiene que aplicarse, materializarse en alguna obra o acción. Alguien con muchas historias para contar, pero que no escribe, no está creando. Lo único que hace es soñar. Por eso la creatividad requiere de un mínimo de acción que, cuando se realiza, tiende a canalizar la energía facilitando la continuidad y el desarrollo de dicha acción.

Finalmente, todo el mundo crea. Unos crean canciones, otros crean familias, y todos creamos la propia vida, ya sea consciente o inconscientemente. Nuestra vida es una obra que merece lo mejor de nosotros. Siempre lo mejor.


P.D.: Gracias a todos los que habéis hecho comentarios a mis textos. Sin vosotros no sería lo mismo. A los que me leéis sin participar, que os den... ganas de participar. Gracias también.

2 comentarios:

MYA dijo...

Hoy es como un cumpleaños ;-), te deseo que cumplas muchas más entradas.!!!Felicidades!!!

Besos.

Nebroa dijo...

Leí hace poco la entrevista que citas, la de la creatividad. Y sí, estoy de acuerdo, todos la tenemos, desarrollada o canalizada hacia algún punto de nuestra existencia. Reconocerla, darle vida, ponerle entusiasmo cuando la utilicemos lo que hace es perpetuar la acción, crecer y expandirse :)
Como tu blog! que siempre invita a crecer!