domingo, 14 de junio de 2009

RELACIONES DESTRUCTIVAS

Alguien dijo una vez que "todos tenemos un monstruo en el sótano"; heridas, complejos, carencias... la sombra, esa parte de nosotros que intentamos evitar pero que nos sigue allá donde vamos. Nadie es perfecto y todos tenemos algo de nosotros que si fuera posible arrancaríamos sin vacilar para arrojarlo a un agujero negro. Con los años vamos sorteando ese lado oscuro para acoplarnos en algún lugar de la vida, enterrándolo a veces tan profundamente que podemos llegar a olvidarlo.

Una circunstancia en la que esa parte oscura encuentra espacio para salir a la superficie es la relación de pareja. Es el mejor espejo para ver lo que no nos gusta de nosotros. Tarde o temprano, el espacio de intimidad y confianza en que se mueve la pareja propicia el afloramiento de la sombra, y si el grado de consciencia y madurez que poseen sus miembros no es muy alto, el sufrimiento está servido.

“Hombre mata a su ex y se suicida”; es el pan amargo de cada día, un goteo contínuo de horror que parece no tener fin. Un triste síntoma de una sociedad neurótica que no facilita el desarrollo interior de las personas. Muchos piensan que él es el malo y ella la buena, él el agresor y ella la víctima. “¿Por qué no se suicida él en lugar de matarla?”, he oído más de una vez. Sencillamente, porque es un hombre atrapado, ciego, desesperado. Hay que sufrir mucho para llegar al extremo de asestar varias puñaladas a la persona de la que dependes -porque en esas relaciones suele haber una dependencia mutua-. “¿Por qué no lo denuncia si él la maltrata?”, es otra pregunta habitual. Por muchos motivos: miedo, dependencia económica, los hijos, la incomprensión del entorno, etc.

No hay culpables, sólo víctimas. Dos personas que no lograron encontrar la manera de ser felices y terminaron destruyéndose mutuamente. No se trata de mayor control, ni de aumentar las condenas, sino de una educación emocional sana e inteligente en la que se fomente el desarrollo integral de la persona para que alcance una autonomía desde la cual entablar relaciones positivas y enriquecedoras.

4 comentarios:

MYA dijo...

Gracias por tus reflexiones…
Añado…
Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.
Debemos cultivarnos para conseguir relaciones conscientes y de respeto, donde intentemos comprender el lado oscuro del otro y tener confianza para mostrar el nuestro.

Un abrazo para ti y otro para tu lado oscuro.

tina dijo...

hola alberto,
Para mantener una sana relación de pareja uno mismo tiene que respirar sus propios lados oscuros porque como tú bien dices en la pareja se llega a una total confianza donde nos relajamos y dejamos aflorar todo lo que llevamos dentro.,la persona que tenemos al lado es un espejo donde se refleja cómo somos. Si hemos sido capaces de ver y sostener ese reflejo previamente,.verlo en nuestra pareja nos hará todavía aprender más de nosotros mismos y nos enriquecerá para vivir mejor.

un abrazo,
cris

Alberto dijo...

Mya, como bien dices, comprender es un aspecto fundamental a la hora de amar. Y la comprensión se desarrolla a través de la experiencia y la reflexión, es decir, viviendo. Para amar hay que vivir, y sólo se vive cuando se ama.

Tina, como dice Eckhart Tolle, la pareja no está para hacerte feliz, sino para hacerte consciente, para crecer, para aprender. Y para ello es necesario afrontar esas debilidades nuestras que vemos reflejadas en el espejo del otro.

Gracias por vuestros comentarios.

Nebroa dijo...

Me ha encantado lo de que no es que se necesiten condenas, mayores penas...no es la solución mejorar el final de la historia, sino encauzar de mejor manera el principio. La educación, en casa, en la escuela, entre la familia. Si nos cultivamos como personas, únicas, si la guía para conocernos fuese más abundante, creo que desaparecerían muchos de los problemas actuales