sábado, 14 de junio de 2008

AMIGOS

Un filósofo dijo: “la amistad es innecesaria, lo mismo que la filosofía o el arte. No es imprescindible para vivir, pero es una de las cosas que más valor dan a la vida”.
Por eso pienso que hay que aprender el arte de la amistad. Quien tiene un amigo tiene mucho más que un tesoro.
Hay quien afirma que la amistad no existe, que todo el mundo busca su propio interés, o que la amistad entre hombres y mujeres es imposible. Me sorprenden esas ideas. ¿Qué sería de nosotros si fueran ciertas?
Se suele decir que en los momentos críticos de tu vida, cuando tienes un problema o sufres una desgracia, es cuando descubres quién es realmente tu amigo y quién no. Los amigos son los que no te dan de lado cuando todo se desmorona. Hasta ahí de acuerdo. Pero yo añadiría algo más.
Amigo es también el que está contigo en los buenos momentos, el que se alegra con tus victorias. Hay supuestos amigos de los que nada sabes cuando todo te va bien, pero en cuanto se enteran de que andas en aprietos acuden a ti dispuestos a ofrecerte su apoyo sin contemplaciones. Sospecho que esa “amistad de emergencia” les sirve para consolarse de su propia infelicidad. La desgracia de alguien cercano les ayuda a olvidar la suya.
No quiero amigos que vengan a secarme las lágrimas, porque como leí una vez: “el verdadero amigo no es el que nos seca las lágrimas, sino el que evita que las derramemos”.

3 comentarios:

tina22 dijo...

ME QUEDO CON LA ÚLTIMA FRASE---MUY BUENA... Y MUY PRÁCTICA Y LÓGICA

MYA dijo...

Siento no estar de acuerdo con parte de tu escrito, pero en mi opinion cuando uno tiene un mal momento y llora, es alentador que una mano amiga te seque las lágrimas, te consuele y después te anime, ese amigo te demuestra que su amistad es verdadera y que estará contigo en los momentos buenos y en los malos.

Alberto dijo...

mya, para mí que alguien te consuele cuando te va mal es una condición necesaria, pero no suficiente para caracterizar una amistad. Puede que te consuele para sentirse bien ella, aunque sea inconscientemente. Es al alegrarse con tus éxitos cuando realmente se manifiesta lo que para mí es una amistad. A nadie le gusta ver sufrir al otro, pero no tantos pueden soportar verlo sonreír.