martes, 15 de marzo de 2011

SONREIR

Hace poco estuve en una librería con un amigo, que buscaba un libro. Le preguntó a una de las dependientas, y cuando terminó de ser atendido me comentó: “debe de llevar poco tiempo aquí, sonríe demasiado”. Sonreí lo justo, porque no quería darle la razón. ¿No podía sonreír, simplemente, porque era simpática, o porque le gustaba su trabajo? O, simplemente, porque me vió al lado de mi amigo y se sintió intensamente atraída por mí (como suele ser habitual... ejém). En serio: no me gusta esa perspectiva que considera una sonrisa como algo raro, novedoso, hasta sospechoso.

El segundo de los mandamientos del código de conducta de Sánchez-Dragó es: “sonríe siempre, incluso cuando hables por teléfono. La sonrisa se nota en la voz”. Si no tienes ganas de sonreír, sonríe de todas formas, mecánicamente, pero sonríe. Según estudios científicos, las personas responden al acto de sonreír, no a lo perfecta que sea tu sonrisa o la blancura de tus dientes. Es el hecho de sonreír lo que agrada a los demás, que te perciben como una persona amistosa y abierta. Una sonrisa es un tesoro que embellece el rostro que la ofrece, y que a veces ilumina con maravillosa intensidad. Dicen que hubo una chica que le escribió un SMS a su novio que decía: “si estas durmiendo, mándame un sueño; si estas riendo, mándame una sonrisa; si estás llorando, mándame una lágrima”. Segundos después recibió la respuesta: “Estoy cagando. ¿Quieres que te mande algo?”

Esa, esa es la sonrisa que ando buscando. No la pierdas, no dejes que se marchite o tendré que urgar con un destornillador en tu boca hasta volver a ponerla en su sitio.

Hay personas capaces de sonreír aún estando mal anímicamente; otras que parece que lleven puesta una percha en la boca: sonríen hasta cuando se caen de un árbol y se parten el fémur por cuatro sitios; y otras que no sonríen ni en el entierro de su suegra. Con la sonrisa se nace, pero también se hace. Trabajar el autoconocimiento, el desarrollo personal, la autoestima... la felicidad, al fín, es aprender a sonreír.

Pocos días después volví a la librería a comprar un libro y vi de nuevo a la chica. Tenía que desvelar la incógnita, así que le pregunté cuánto tiempo llevaba trabajando allí. “Tres semanas”, contestó. El canalla de mi amigo había dado en el blanco. Le conté el motivo de mi pregunta, y me dijo que estaba contenta porque actualmente no es fácil encontrar trabajo. Me despedí deseándole una sonrisa inmune al paso del tiempo. Dentro de algunos meses me acercaré a comprobar que sigue sonriendo, y como no sea así voy a empezar a cabrearme de verdad.


martes, 1 de marzo de 2011

TWITTER


Hace unas semanas descubrí Twitter. Una especie de organizador de micro-blogs en los que puedes encontrar poesía, sabiduría, agudeza e ingenio destilados en 140 caracteres, que ya es decir. Ahí he encontrado calidad en cantidad. Yo, modestamente, he decidido escribir un tweet cada día. Cuando llegue a los mil lo celebraré empezando a escribir otros mil. En el momento en que estén a punto de derribar la puerta de mi casa, lo dejaré. Espero no llegar tan lejos.

Os dejo con una pequeña selección de los tweets que más me han gustado. Que la disfruteis.

Se me olvidaba: si queréis leer mis tweets, tenéis que entrar en:

http://twitter.com/#!/Alberto2974

Ahí podréis leer mis maravillosas ocurrencias (sólo sabréis apreciarlas si sois ciegos).


SELECCIÓN DE TWITTER:

La vida pasa en un abrir y cerrar de heridas.

Hay gente que tiene un problema contigo si tu no tienes un problema con ellos.

Quiero un hijo tuyo... pero de cuidarlo y educarlo, que se ocupe tu marido.

Un ex me reprocha que nunca lo amé. Yo le echo en cara que nunca me pudo enamorar.

Ante todo, la educación. Las buenas maneras. Saber comportarse. Que no te dé vergüenza decir "por favor" cuando quieras que te la chupen.

Si me vas a dejar, que sea entre tus sábanas.

Quien dice que la vida no tiene sentido, es porque no está usando ninguno.

Si me amas, déjame libre. Volveré porque me gustan las personas que no son posesivas.

No estás solo/a. te acompaña la persona que te espera en el futuro.

Si me muerdo los labios hasta hacerlos sangrar, que sea para que me los cures a besos.

¡Al final ya sabemos la diferencia entre bancos y cajas! "Banco" es donde vamos a dormir y "caja" con lo que nos vamos a tapar

No hagan el amor, ya saben lo que dicen: "El que la hace la paga".

Los que comparten el pan hacen buenas migas.

De todos los despertadores que tengo, el único que quiero son tus labios.

Tu mujer se queda embarazada y sus amigas la felicitan tocándole la barriga, pero ninguna te acaricia el rabo y te dice "Buen trabajo".

A lo mejor el final feliz de las historias de amor no es vivir juntos para siempre, sino levantarse con dignidad cuando todo acabe.

Los hombres de verdad no lloran, saben que les arruina el maquillaje.

Mi mamá solía decirme 'hija, haz todo lo que te haga ser feliz'. Lo que ella no entiende es que una no puede estar follando todo el tiempo.

El miedo es la llave con la cual cerramos puerta tras puerta.

Un amigo me dijo: necesito una mujer. Respondí: mientras la necesites nunca aparecerá.

No tengo la arrogancia para decir que te he amado como nadie en la vida, pero sí la sencillez de decir que trato cada día de hacerte feliz.

Buscarle tres pies al gato. Cuando lo que él quiere es que le busquen una gata.

De los creadores de "No me deja estudiar" y "No me deja dormir". Llega: Twitter.