domingo, 15 de marzo de 2009

TRES VIRTUDES

Una de mis oraciones favoritas dice: “Dios, concédeme valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, y sabiduría para distinguir entre ambas”.

El valor es para mí una de las virtudes más valiosas. Supone la diferencia entre lo que eres y lo que puedes ser, entre la realidad y tus sueños, entre pasar por la vida o que la vida pase por ti. Valor para cambiar las cosas que no te gustan, que te hacen sufrir. Valor para ser tú mismo, con tus luces y tus sombras, y no lo que otros quieren que seas. Valor para desnudar al ego que nos fuimos construyendo para adaptarnos al mundo. No se trata de no tener miedo, sino de no dejarnos limitar por él. Woody Allen dicen en una de sus películas: “el talento es cosa de suerte. Lo importante en la vida es el valor”.

La realidad está formada por dos tipos de circunstancias, las que puedes cambiar y las que no, y estas últimas no queda más remedio que aceptarlas. La serenidad es la mejor opción cuando uno se da cuenta de que no merece la pena resistirse ante lo irresistible. No siempre querer es poder. No somos omnipotentes. A veces hay que aceptar las cosas como son, dejar de golpear tu cabeza contra el muro. Entonces puede ocurrir el milagro de ver poco más allá una escalera con la que saltarlo. Y si no, pues no se salta. La vida sigue adelante. No debes permitir que te cambie aquello que no puedes cambiar.

Y la sabiduría, que te hace valorar cuándo tienes que enfrentarte y cuándo tienes que aceptar, que diferencia entre lo esencial y lo superficial, entre el ego y tú. Esa sabiduría curtida a base de observación y experiencia y que logra hacer de nuestra vida algo que merezca la pena. Esa sabiduría maravillosa que le hace decir en una entrevista a Gennet Corcuera, la primera universitaria sordociega de España: “ser sordomuda o ciega no es muy importante, no tiene nada que ver con ser feliz o no. Yo me siento muy feliz. Y esto sí es lo importante”.

En definitivo, te deseo valor para hacer algún comentario en este blog cuando no estes de acuerdo con algo de lo que escribo, serenidad para aceptar lo que no te guste leer aunque admitas que tengo razón, y sabiduría... para no olvidar lo que te resulte útil.


viernes, 6 de marzo de 2009

MURIÓ VIVO

"Murió vivo" podría ser un epitafio para Randy Paush, un norteamericano que murió de cáncer el año pasado. En este enlace podeis ver la versión resumida de una conferencia que impartió poco antes de su muerte. Espero que os guste.