viernes, 29 de mayo de 2009

Y YO ME IRÉ


LA FRAGILIDAD DE LA VIDA

Cuando le he preguntado a algunas personas si se acuerdan de cuando eran niños y supieron que algún día todos moriríamos, incluidos ellos mismos, me sorprende que lo hayan olvidado, pues para mí fue todo un palo. ¿Qué algún día mis padres morirían y no podría verles más? ¿qué yo también moriría y todo lo que yo había conocido hasta entonces terminaría, así, por las buenas? ¿qué noticia podía ser más terrible que esa? Desde entonces siempre me ha interesado lo relacionado con la muerte.

Ya a las puertas de la adolescencia había noches que, tras acostarme, en los momentos que preceden al sueño, solía tratar de imaginar cómo sería estar muerto. Bastaban varios segundos para sentir una angustia terrible. El miedo a la muerte era el miedo a la nada. Pero ¿era eso lo que me esperaba al morir? ¿qué hay más allá de la muerte? ¿quién no se ha hecho alguna vez esa pregunta?

La verdad es que a lo largo de los años he ido perdiendo interés respecto a lo que pueda haber tras la muerte. Cuando llegue la hora lo sabré. Prefiero enfocar mis energías en la vida que tengo entre manos. Creo que el miedo a la muerte que tiene mucha gente no es miedo a que no haya nada, ni el miedo a lo desconocido, como muchos dicen. No se puede temer lo que no se conoce. El miedo a lo desconocido no es más que una proyección, una jugarreta mental.

Pienso que el miedo a la muerte es en realidad miedo a otras circunstancias:

1. Miedo a morir sufriendo a causa de una enfermedad, o como consecuencia de algún accidente. Es habitual oir a la gente decir “me gustaría morirme sin enterarme, mientras estoy durmiendo”.

2. Miedo a haber malgastado la vida (“tenía que haberme divertido más, tenía que haberme preocupado menos, etc.”)

3. Miedo a perder lo conocido o no poder proteger a las personas que te necesiten.

El maestro espiritual Osho dijo: “Si consideras a la muerte como el enemigo, eso demuestra que no has sido capaz de averiguar lo que es la vida.” Si temes a la muerte es porque no estas viviendo. Si vives, ¿qué importa morir al final? Eduardo Punset decía en una entrevista que no se trata de si hay vida después de la muerte, sino de si la hay antes. Sólo así cobrarán sentido los versos del poema de Juan Ramón Jiménez: “Y yo me iré / y se quedarán los pájaros cantando. / Y se quedará mi huerto con su verde árbol / y con su pozo blanco...”


3 comentarios:

Alberto dijo...

Muchas gracias a usted por el blog de Osho.

Un abrazo.

Alberto

tina dijo...

y yo me iré, dejando mi huella en el camino.
en el aire mis recuerdos respirados.
en el cielo cierto azúl de mi mirada.
y yo me iré, dejando una vida
bien pisada.
......

esto es lo que me ha salido leyéndote. 1 abrazo, cris

Alberto dijo...

No está mal, Cris, no está mal. Sigue así. Un abrazo.

Alberto