Nuestras emociones estan en parte condicionadas por nuestros pensamientos, y éstos no son otra cosa que ideas que, con frecuencia, se traducen en palabras. Por eso es importante prestar atención a la manera en que usamos las palabras. No sólo sirven para describir la realidad, sino para crearla.
No es lo mismo decir: "te veo más gordo" que "te veo menos delgado".
Ni afirmar: "ese pianista es buenísimo" que "me encanta ese pianista".
Otro ejemplo: "ve más lento" o "no vayas tan rápido"
"Tratamiento de residuos" o "recogida de basuras"
"Retirada" o "avance hacia la retaguardia"
Las palabras pueden curar o herir, elevar o hundir, acariciar o golpear.
Es crucial saber usarlas con sabiduría para relacionarnos de forma sana con nosotros mismos y con los demás. El psiquiatra Luis Rojas Marcos dice: "Hablar con los demás y escuchar hablar a otros es una actividad humana fundamental. Gracias a las palabras ningún ser humano es una isla.".
Dos chicos hicieron una carrera. El que perdió dijo al vencedor: "has quedado penúltimo, pero yo he sido segundo".
Es crucial saber usarlas con sabiduría para relacionarnos de forma sana con nosotros mismos y con los demás. El psiquiatra Luis Rojas Marcos dice: "Hablar con los demás y escuchar hablar a otros es una actividad humana fundamental. Gracias a las palabras ningún ser humano es una isla.".
Dos chicos hicieron una carrera. El que perdió dijo al vencedor: "has quedado penúltimo, pero yo he sido segundo".
Alejandro Jodorowsky sugiere cambiar:
Nunca por muy pocas veces
Siempre por a menudo
Me desilusionó por lo imaginé erróneamente
Yo sé por yo creo
Bello, feo por me gusta, no me gusta
Así eres por así te percibo
Lo mío por lo que ahora tengo
Nunca por muy pocas veces
Siempre por a menudo
Me desilusionó por lo imaginé erróneamente
Yo sé por yo creo
Bello, feo por me gusta, no me gusta
Así eres por así te percibo
Lo mío por lo que ahora tengo
Y por supuesto, no hay que olvidar aquel dicho: "no hables si lo que vas a decir no es más bello que el silencio".